¿Por qué es necesaria una intervención en los recreos?
Dentro de la jornada escolar, los momentos en los que no hay una estructura clara que establezca “qué debo hacer” o “cómo debo relacionarme con los demás” son los momentos en los que los alumnos con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) suelen tener mayores dificultades.
El recreo es el momento dentro del contexto escolar donde más se ponen en juego las habilidades sociales y se favorece el desarrollo de las interacciones con otros iguales.
Dadas las dificultades de las personas con TEA en lo que se refiere a las habilidades socio-comunicativas y de inflexibilidad mental, el recreo se convierte en el momento de la jornada escolar en el que se pueden poner de manifiesto sus dificultades, especialmente por la falta de estructura que suele tener este contexto y de lo complejo que resulta socialmente para ellos la comprensión de las interacciones sociales. Así, los alumnos con TEA pueden llegar a tener en los momentos de recreo uno de los mayores retos de la jornada lectiva.
Esto plantea dificultades para presentar un comportamiento ajustado a las situaciones del día a día con otros iguales, derivando en actividades poco funcionales en unos casos o en comportamientos hacia otros iguales poco ajustados socialmente, que influyen de forma directa en su nivel de inclusión en la comunidad educativa en general, y con los iguales de su grupo de referencia en particular.